El amor propio, ¡qué tema! Muchas veces he evitado realizar ese viaje interno, porque es difícil nadar por esas aguas turbulentas, pero es necesario para ser nuestra mejor versión, vivir con plenitud y poder amarse a una misma y también a los demás. El amor propio es algo que tenemos que construir y cuidar todos los días, con paciencia, siguiendo nuestros tiempos.

Hoy te voy a contar sobre cosas que he aprendido y me han ayudado mucho en este camino de aceptarme, quererme; y deseo que te pueda servir a ti también.

La vida no es fácil

Eso lo sabemos, que no todo sucederá como anhelamos, habrá momentos maravillosos, otros no tanto, pero algo muy importante es que siempre puedes levantarte y seguir adelante.

En los momentos que las cosas salgan mal, no te preocupes, equivocarse está bien y aprenderás muchísimo de cada dificultad. No te castigues, cuida cada cosa que te dices y cómo te la dices, ámate en esos momentos también, muestra tus emociones, haz una pausa, saca todo lo que te duele, inhala, exhala y vuelve a tomar el control.

Las personas y las experiencias te cargarán de mandatos, de límites, de inseguridades sobre tu personalidad y tu imagen. Cuida tu cuerpo y tu salud, no te compares, eres un ser hermoso, respétate siempre. Confía, vuelve a ti, el autoconocimiento y el autocuidado te harán recuperar tu brillo.

Tus pensamientos son muy importantes, sé más positiva. No culpes a otros de tu realidad, tú eres la responsable de modificarla. Cuando no te sientas cómoda o feliz, en algún lugar o con alguna persona; cambia algo, aléjate. Nunca podrás dejar conforme a todo el mundo y eso está bien, solo sé fiel a ti misma. No guardes tus opiniones, di no sin temor, nunca es tarde para comenzar un nuevo camino.

Aprende del pasado, pero no te aferres a el, tampoco te preocupes por el incierto futuro (la ansiedad es una mala compañera). Concéntrate en el presente, disfruta de cada momento, de cada detalle.

Que comience la magia

Eres una mujer fuerte, una mujer que seguramente cientos de veces se murió de miedo, pero que tuvo la valentía de mirar su pasado, presente y futuro a los ojos, avanzar y superar cada obstáculo.

Así que hoy despierta, saca el piloto automático, libérate de todas las mochilas, mírate, admírate, ámate, celebra el bello ser que eres y sé la protagonista de esta hermosa historia que solo tú puedes escribir. Te lo mereces.